Se incorporó el nombre de su fundador en homenaje a su importante labor en la creación de este espacio que, por más de cuarenta años.
Lima, 10 de septiembre. Debido a la incansable labor que realizó Luis Repetto Málaga para el desarrollo y la difusión del arte popular en el Perú, el pasado 26 de agosto, en sesión de Consejo Universitario, se decidió por unanimidad cambiar el nombre del Museo de Artes y Tradiciones Populares a Museo de Artes y Tradiciones Populares «Luis Repetto Málaga», del Instituto Riva-Agüero de la PUCP.
El objetivo es brindar un homenaje al fundador de dicha institución, quien partió el pasado 9 de junio del presente año, por el importante trabajo que realizó durante cuatro décadas en el Museo de Artes y Tradiciones Populares.
“Se quiere reconocer ese esfuerzo que tuvo Repetto y la visión de entender que la artesanía no es algo tan simple y decorativo, sino que tiene un trasfondo que muestra la identidad de los pueblos y el Perú. Desde el IRA, seguiremos con su legado; es un compromiso para con Lucho, con la Universidad y todo el país”, asegura Claudio Mendoza, actual director del museo.
MERECIDO HOMENAJE
El Museo de Artes y Tradiciones Populares alberga la mayor colección privada de arte tradicional peruano del país, gracias a la gestión llevada a cabo por Luis Repetto. Importantes investigadores del arte le confiaron sus colecciones. Estas fueron incrementándose hasta sumar en la actualidad más de 10,000 piezas de arte popular.
Aparte de sus labores en el IRA-PUCP, Repetto ayudó en la creación y desarrollo de decenas de museos al interior y exterior del país, siempre como un embajador de la PUCP.
RECUERDO INVALUABLE
Las colecciones de Arturo Jiménez Borja y de Elvira Luza fueron importantes para Repetto porque conocía a los personajes y los había apoyado desde las distintas instituciones culturales en las que trabajó. Arturo Jiménez Borja formó una importante colección de máscaras, indumentaria de diversas fiestas, instrumentos musicales y grabaciones de relatos orales. Por su parte, Elvira Luza tenía objetos de cerámica transicional vidriada, retablos, pintura popular, mates burilados, juguetes de madera y hojalatería, en su mayoría del sur andino. Ambos, al morir, le dejaron los materiales que fueron recibidos muy gratamente por él. “Nuestro museo colecciona colecciones”, siempre decía Repetto.
Además, hay una pieza que era muy especial para él: La Macarena. Esta era una virgen morena que fue elaborada por Giorgina Dueñas de Mendívil, su comadre. Siempre que la señora Giorgina venía a Lima pasaba por el museo a dejarle algo de Cuzco a Repetto. La virgen fue la última obra que hizo antes de morir, por eso le tenía mucho cariño a esa pieza.