Un día como hoy, a los 56 años de edad, fallece  Ludwig van Beethoven, considerado como un genio de la música clásica,  debido a que revolucionó el género con una forma distinta de apreciar y componer. El virtuoso pianista alemán marcó un antes y un después en la historia de este arte  y su legado ha influido de forma incisiva en las siguiente generaciones de artistas.

SOBRE EL COMPOSITOR

Nació en Bonn, Alemania, en 1770 y desde pequeño se inclinó por la música influenciado por su padre, quien preparó su primer recital cuando tenía 7 años de edad. Su primera composición la realizó con tan solo 11 años y fue titulada Nueve variaciones sobre una marcha de Ernst Christoph Dressler (WoO 63).

A los 17 años perdió a su madre y esta tragedia  provocó una gran depresión en su padre, por ello, se vio obligado a trabajar  dando clases de piano y tocando en orquestas para mantener a sus hermanos. Cinco años más tarde, el príncipe de Bonn le financió  un viaje a Viena, ciudad donde permaneció el resto de su vida componiendo con el objetivo de alcanzar un reconocimiento social. 

Su éxito estuvo acompañado de un terrible padecimiento: la sordera, pero esta condición no le impidió seguir componiendo y realizó las magníficas sinfonías 3ª y 6ª, la Heroica y la Pastoral, así como las 4ª y la 5ª. Cuando el compositor estaba en completo silencio compuso algunas de sus mejores obras como: la Missa Solemnis y la 9ª Sinfonía. 

Debido a problemas hepático, Ludwig van Beethoven fallece el 26 de marzo de 1827 en Viena, dejando un legado compuesto por  138 obras en total. 

Texto: Karina Vega

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